plano de la casa de Samsa,

plano de la casa de Gregor Samsa, por Nabokov

viernes, 30 de septiembre de 2011

de Kafkatrismus-C.Blázquez

...esas voces esas coces ...y la fiebre se ajusta
como un borceguí

:::::::::::::::::::::::
C.Blázquez (de Kafkatrismus)

jueves, 29 de septiembre de 2011

de Kafkatrismus-C.Blázquez

-conciencia: construcción que se acerca a la muralla
-conciencia: desde sin cuando
- ¿cuándo?: es sólo una proposición que se hará lógica
:::::::::::::::::::::::
C.Blázquez ( de Kafkatrismus)





pintura de Charles Bell (1774-1842) Opistótonos tetánico
(contracción tónica generalizada)
en el Colegio de Cirujanos de Edimburgo



detalle del trismus tetánico o risa sardónica-

martes, 27 de septiembre de 2011

frag. de Nietochka Nezvanova-F.DOSTOIEVSKI

[...] El terrateniente se trasladó en seguida a la residencia del conde, haciéndose presentar al músico francés, a quien explicó todo el asunto. Le dijo que jamás hubiera podido sospechar que Yefimov fuese capaz de ocultar ningún talento artístico, pues para él no pasaba de ser un mediocre clarinete, y la primera noticia que tenía de que supiera tocar el violín había sido la que le diera él mismo en su carta. Añadió, asimismo, que Yefimov era un hombre libre, por lo que habría podido abandonar su casa cuando le hubiera venido en gana, sin necesidad de hacerlo súbitamente y sin dejar ningún aviso.
El francés pareció estar viendo visiones. Hicieron que se presentara allí Yefimov, que parecía otra persona. Su gesto era arrogante en extremo, y respondió a las preguntas que se le hicieron de una forma más bien burlona, teniendo incluso el descaro de afirmar que cuanto dijera al francés era la verdad. Esta insolencia acabó por indignar al conde de tal modo, que dijo a mi padrastro que era un bribón y un embustero, y que merecía un castigo ejemplar.
-No se apure usted, señor conde -le replicó mi padrastro, en tono cada vez más irónico-, porque a fin de cuentas ya tuve que pasar lo mío para escapar a las consecuencias del proceso criminal instigado contra mí por usted, valiéndose de su antiguo primer violinista.
Aquello colmó la medida de la paciencia del conde, que montó en cólera ante aquella insolente acusación. Lo cierto es que le costó un gran esfuerzo dominarse. Un agente de policía que se encontraba en el salón, y que había ido a tener una entrevista con el conde, manifestó en seguida que el insultante descaro de Yefimov era una malvada calumnia, por lo que cortésmente pedía permiso para detenerle allí mismo sin más requisitos. Por su parte, el francés expresó también su opinión, diciendo que jamás hubiese creído posible semejante ingratitud.
Al oír aquello, mi padrastro se cegó de ira y dijo que prefería la cárcel, e incluso pasar por todos los tribunales del mundo, antes que volver a la vida que hasta entonces había estado sufriendo, pues habia tenido que ganarse el pan durante años como músico, sin contar con la menor posibilidad de emanciparse.
Ante aquella actitud, le sacaron casi por la fuerza del salón y lo encerraron en una pieza apartada, anticipándole que al día siguiente sería trasladado a la ciudad.
Alrededor de la medianoche, sin embargo, se abrió la puerta del cuarto donde habia sido confinado mi padre adoptivo. Era el terrateniente, que sin duda quería hablar con él. LLevaba una bata de dormir, calzaba babuchas y sostenía un farolillo en la mano. Al parecer, no había logrado conciliar el sueño, hasta que al final, cansado de permanecer en vela y a pesar de lo intempestivo de la hora, decidió levantarse.
Yefimov tampoco dormía. Al ver a su nocturno visitante, no pudo ocultar cierta sorpresa que se traslució en su gesto de asombro. El señor rural dejó su luz encima de la mesa y tomó asiento frente al músico en una silla, pareciendo estar muy emocionado.
-Yegor -le dijo-, ¿por qué te has portado conmigo de esa manera?
Yefimov no respondió. Pero el terrateniente repitió su pregunta. Un extraño y profundo sentimiento, una especie de raro pesar, trascendía de sus vehementes palabras. Era como si quisiera desentrañar el misterio de algo que no comprendía.
-¡Cualquiera sabe por qué!- respondió al final mi padrastro, volviendo la cara-. En mi opinión, el diablo anda metido en todo este asunto, ¿comprende? Ni siquiera yo sé explicarme qué es lo que me impulsa a obrar como lo hago. En cualquier caso, lo cierto es que no puedo seguir con usted. ¡Me es completamente imposible porque hace ya tiempo que el diablo puso sus garras sobre mi cuello!
-¿Qué quieres decir, Yegor?- repuso el señor rural-. ¡Vamos, vuelve conmigo a mi casa! Te prometo olvidarlo todo. No te reprocharé nunca nada. Te lo juro. Te doy mi palabra. Te prometo, además hacerte el primero de mis músicos y desde luego te recompensaré mejor que a nadie.
-Es inútil que siga usted hablando, señor- le interrumpió Yefimov-. El diablo me echó la garra encima,y ya no le pertenezco. No le pertenezco a usted ni a nadie. Si me quedara en esta casa, le prendería fuego o algo así, pues a veces siento impulsos de esa clalse. Estoy como endemoniado y hay momentos en que siento haber venido al mundo.Es como si no pudiera responder de mí mismo, así que lo mejor será que me deje en paz. En realidad, todo esto proviene de la época en que trabé amistad con aquel demonio de hombre.
-¿A quién te refieres?- le preguntó el señor.
-Sí, estoy seguro. Estoy seguro de que todo proviene de entonces, cuando me hice amigo de aquel hombre a quien encontraron tendido como un perro al pie de una cerca, y del que nadie quería oír hablar. ¡Me refiero al italiano!
-Yegor, dime una cossa.¿Fue él quien te enseñó a tocar el violín?
-Sí, él fue quien me enseñó. Pero al mismo tiempo aprendí de él muchas otras cosas, para mi desgracia. ¡Lo mejor habría sido que no le hubiera conocido jamás!
-¿Es cierto que tocaba tan magistralmente el violín?
-No. En realidad lo tocaba mal, pero sabía enseñar muy bien. En mi caso, lo cierto es que aprendí la técnica del instrumento yo solo, y que él no hizo más que dirigirme. Y, sin embargo, debo decirlo...¡ojalá se me hubieran quedado paralizadas las manos antes de comenzar a aprender el arte del violín! Le explicaré de otra forma mi problema: en estos momentos, no tengo ni la mmás ligera idea de lo que quiero. Haga usted mismo la prueba, pregúnteme cuáles son mis ambiciones, prométame cualquier cosa, y comprobará que me siento impotente para darle una respuesta coherente y lógica. Le aseguro, señor, que no sé lo que quiero ni a qué desearía aspirar. Por esto le agradecería que me dejara en paz. En realidad, mi única aspiración, sin ser nada concreto, tiende a que me envíen lejoos de aquí, porque entonces...¡entonces podría dar por concluidas muchas cosas que me atormentan!
-Está bien, Yegor- contestó el terrateniente, después de una pausa-, no insistiré. No te presionaré bajo ningún concepto. Si no quieres venirte conmigo, puedes irte donde más te plazca. Por lo que a mí se refiere, eres completamente libre, y mi útimo gesto sería el de retenerte a mi lado. No obstante, a cambio de todo ello, quisiera pedirte algo,qisiera que me tocaras algo con tu violín. Dame ese gusto, Yegor, ¡por lo que más quieras! No se trata de ninguna orden, compréndeme, sino de un ruego. Toca algo para mí, Yegor. Sé que eres un hombre muy terco, pero yo también lo soy. Quisiera que tocaras para mí lo que interpretaste ante ese francés, en el que despertaste tanta admiración. Y piensa que puedo comprenderte a la perfección, ya que en el fondo soy como tú. Hazme ese favor, Yegor, porque de lo contrario presiento que no podré seguir viviendo como hasta ahora.¡Interpreta para mí lo que tocaste para ese francés!
-Está bien, le complaceré- dijo por último Yefimov-. Pero sepa que había jurado no tocar nunca para nadie ni una sola nota, y mucho menos para usted. No obstante, creo que mi corazón sabrá dispensarme de tal juramento. Tocaré para usted,pero será por última vez, ya que no habrá de oírme nunca más, aunque me ofreciera por ello...¡tres mil rublos![...]
::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::.
Trad. Julio C. Acerete-1977-para editorial Bruguera-Tres relatos de F.DOSTOYEVSKI, estudio preliminar Angeles Cardona de Gibert

domingo, 25 de septiembre de 2011

La Tarara y otras canciones-Silvia Pérez Cruz y Las migas


Silvia Pérez Cruz y Las migas, versión de La Tarara
Letra y música: Federico Garcia Lorca


Silvia Pérez Cruz y Las migas, versión de El gallo rojo y el gallo negro
Letra y música: Chicho Sánchez Ferlosio


Silvia Pérez Cruz y Alba Carmona con Las migas,
Tangos de la repompa

jueves, 22 de septiembre de 2011

Kafka y el anarquismo
fuente

por Mijal Levi

El problema de la dimensión política en los escritos de Kafka como una cuestión metafísica y psicológica separada, ha sido descuidado por sus biógrafos y críticos. La mayoría de ellos recuerda sus relaciones con los círculos anarquistas de Praga, sin atribuirle significado alguno. Por otra parte, numerosos comentaristas reconocen que uno de los temas fundamentales de la obra de Kafka es la lucha del hombre contra la máquina burocrática en sus múltiples aspectos.
Hurgando en el contenido de sus principales obras y a la luz de su biografía, que es testimonio de su simpatía hacia las agrupaciones anarquistas, se puede encontrar una relación que arroja nueva luz sobre su mundo espiritual. Por supuesto que esta relación "política" es fragmentaria: el mundo de Kafka es mucho más rico, más complejo y más polifacético como para que se lo pueda trasmitir en una fórmula condensada, aislada.

El testimonio biográfico
De la época en que Kafka comienza a trabajar en la Caja de Seguros para Obreros datan sus contactos con los círculos anarquistas o para-anarquistas de Praga.
Según las referencias de Mijal Kasha, uno de los fundadores del movimiento anarquista en Praga, y de Mijal Mares, en aquel entonces un jovencito anarquista, Kafka participó en las reuniones anarquistas del "Mlodite Club", de la organización antimilitarista y anticlerical de la asociación obrera "Viles Kerber"; participó también en el movimiento anarcosindicalista checo. Ambos testigos concuerdan en que Kafka mostraba gran interés por lo que se discutía en las reuniones, pero nunca pidió la palabra ni participó de los debates. Kasha, que lo estimaba muchísimo, solía llamado "Klidos", que significa algo así como "el gigante pacífico".
Mijal Mares cuenta que, invitado por él, Kafka asistió a reuniones y conferencias anarquistas. La primera de ellas fue una manifestación de protesta por la sentencia de muerte al pensador y educador anarquista español Francisco Ferrer. Kafka participó en la reunión que fue disuelta por la policía.
En el año 1912 Kafka participó también en la manifestación que se realizó como protesta contra la imposición de la pena de muerte al anarquista Liabedz en París. La demostración fue violentamente disuelta por la policía. Entre los detenidos en aquella oportunidad se encontraba también Kafka.
Mares cuenta que Kafka leía con interés y simpatía los escritos de los diversos teóricos y expositores anarquista s como Domela Niewenhuis, los hermanos Reclus, Vera, Finger, Bakunin, Jean Grave, Kropotkin, por ejemplo.
Existen otros dos testimonios de las inclinaciones antiautoritarias de Kafka y de su simpatía por los trabajadores oprimidos. En su conocida creación "Carta al padre" (1919) califica la actitud de su progenitor en el comercio como tiránica y lo acusa con las siguientes palabras:
"A tus empleados los llamabas 'enemigos pagados'; y lo eran, pero aún antes de que lo fuesen tú me parecías ser su enemigo que paga. (…) Es verdad que exageraba, ya que sin más suponía que causabas a esa gente una impresión tan terrible como a mí. (...) Pero a mí se me hacía insoportable el negocio, me recordaba demasiado mi relación contigo. (…) Por eso, necesariamente tenía que pertenecer yo al partido del personal".
Aquí encontramos un nexo entre la rebeldía frente al dominio paterno y la rebeldía anarquista ante la fuerza económico-política imperante.
Es bien conocido el profundo odio que Kafka sentía hacia su trabajo en la compañía de seguros, a la que tildaba de "nido de oscuros burócratas". No podía soportar el sufrimiento de los obreros perjudicados y de sus desgraciadas viudas, que eran introducidas en el laberinto jurídico-burocrático de la Caja de Seguros Obreros. La frecuentemente citada frase, mencionada por Max Brod, es una aguda y sugerente expresión de su manera de pensar: "Qué mansa es la gente; llegan a nosotros con sus súplicas, en lugar de tomar la oficina por asalto y destruirla, nos vienen a pedir misericordia". El espíritu anarquista de esta frase -bajo la cual Bakunin agradecido estamparía su firma- es lo suficientemente claro como para recordarnos la posición de Kafka frente a las instituciones democráticas.
Max Brod dice que la estructura realista de muchos capítulos de "El Proceso" y "El Castillo" tienen su origen en la oficina de seguros. Está fuera de toda duda que este trabajo burocrático y la rebeldía de Kafka constituyen una de las fuentes del espíritu libertario que traslucen sus escritos.
¿Constituye la tendencia anarquista en la vida de Kafka una pasajera expresión juvenil limitada a los años 1909-1912? Es cierto que después de 1912 Kafka dejó de participar en sus actividades con los anarquistas checos y comenzó a demostrar un interés mayor por los círculos judíos y sionistas. Pero debemos recordar sus charlas con G. Janusz, allá por el año 1920, no sólo porque llama a los anarquistas checos "queridas y alegres personas (...) tan cariñosas y fraternales que casi a la fuerza creemos en sus palabras", sino porque las opiniones sociales y políticas que desarrolla están muy cerca del anarquismo. Así, comenta con Janusz la no admisión de los poetas en la República de Platón: "Los poetas proveen al hombre de nuevos ojos y de esta manera intentan introducir una modificación en el mundo real. Por esoson elementos peligrosos para el Estado, porque reclaman transformaciones. Pero el Estado y sus fieles servidores tienen una sola y excluyente voluntad: permanecer''. Hay que interpretar que Kafka se considera él mismo como uno de esos poetas que hace peligrar la permanencia del Estado.
Kafka define al capitalismo como un "sistema dependiente de relaciones en que todo tiene jerarquía, todo está encadenado". Este es un pensamiento típicamente anarquista en el que se subraya el carácter opresor y esclavista del régimen vigente.
Su actitud escéptica frente al movimiento obrero es también una consecuencia de la desconfianza que los anarquistas han demostrado frente a los partidos políticos y sus instituciones.
En una oportunidad se encontró frente a una manifestación obrera que portaba banderas y pancartas; su comentario a Janusz fue el siguiente: "Esta gente está tan segura de sí misma, tan convencida de su justicia. Dominan la calle y piensan que son los poderosos del mundo. Pero están equivocados: detrás de ellos están preparados los secretarios, los funcionarios, los políticos profesionales, todos estos modernos sultanes a quienes ellos preparan el camino del poder. (…) La rebeldía se evapora y sólo queda el barro de la nueva burocracia. La soga de la torturada humanidad está trenzada con los papeles de la burocracia." seguir leyendo

viernes, 16 de septiembre de 2011

de El Proceso-F.KAFKA

"Constituían una unidad como sólo la materia inanimada puede formar"

en trad. de José Rafael Hernández Arias-ed.Valdemar

"Realizaban una cohesión que casi no se puede obtener en general sino con la materia muerta"

en trad. de J. Leyva-ed.Alba

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Pázeme el corazón-C.Blázquez

Veo florecer el veneno en toda palabra y forma- Paul Celan


Pázeme* el corazón Rinocerus
mi centauro corazón rendido
por loba sombra y mordido
que amamanta al lobo sombra

dáme coraza fría
y contempla

la enésima migaja de enemigo:
el féretro armisticio de los átomos
se rearma


*tiempo imperativo-rogativo del verbo pazer= paz que emana de pacer

::::::::::::::::::::::::::::::
C. Blázquez ( de Apoplejías del hereje)

viernes, 2 de septiembre de 2011

La clepsidra o el tiempo indetenible-leyenda musulmana de Toledo


Leyenda de Toledo sobre la imposibilidad de detener el tiempo


Hacia 1076 el pueblo que habitaba la entonces musulmana ciudad de Toledo se entregaba a fastos para celebrar la victoria de su rey Al-Mamún sobre el monarca sevillano, Al-Motamid. Numerosos son los walíes, alcaides y jeques que han llegado al Palacio del Rey a presentar sus homenajes…

Tras varios días de ágapes y danzas cesan todas las músicas, se apagan las antorchas encendidas en el interior del estanque por capricho real para que al caer el agua pareciera lluvia multicolor y algo maravilloso.

Mientras, el jardinero mayor pasea solitario, terriblemente preocupado por la predicción realizada por un sabio anciano horas antes…

Aquella tarde había ido el cuidador del jardín real a visitar al sabio astrólogo que tiene su morada en la margen izquierda del Tajo. Por medio del astrolabio y otras mágicas recetas leyó el futuro:

“El regio huésped tornará para apoderarse de la joya cuyos encantos conoce gracias a la liberalidad de tu señor”

El jardinero conocía el dictamen de los más sabios guerreros de la ciudad, que aseguraban que sería preciso de hasta siete años de asedio para conquistar Toledo. No creía que tal afirmación fuera posible, pero el mago, utilizando arcaicas fórmulas mostró al jardinero cómo el vaticinio se cumpliría pocos años después:

“Yo, que aprendí de la misteriosa ciencia de los faquires en las intrincadas selvas de la India, auguro que la clepsidra del jardín real no correrá diez primaveras bajo el poder muslímico”

No quiso escuchar más. Puso algo de dinero en las manos del mago y huyó de su casa, atemorizado.

El jardinero se sentó a observar la maravilla construida en aquel estanque. Percibió el movimiento de la clepsidra, indicando que la luna llegaba en aquél preciso instante al plenilunio.

A la mañana siguiente los sirvientes de palacio encontraron flotando el cuerpo del jardinero mayor. El monarca pudo observar algún tiempo después admirado las rojas flores nacidas misteriosamente junto al sitio donde se ahogó el prefecto…

Han pasado ocho años. Alfonso VI entra en Toledo y saboreando su costosa victoria acude presto al lugar donde estuvo alojado gratamente años antes acogido por Al-Mamún. Busca la maravilla que conoció, el reloj de agua que permitía saber el tiempo durante la noche. Cual fue su sorpresa al descubrir que una gran planta roja bloqueaba el curso del agua que alimentaba la clepsidra, impidiendo el normal transcurso del tiempo de la misma, hecho que, no había evitado la trágica caída de Toledo en manos cristianas.

fuente donde se pueden leer más bellísimas leyendas musulmanas y cristianas

jueves, 1 de septiembre de 2011

Llevo días- de diarios con fecha-uno de sept.11-c.blázquez

Llevo días, llevo y no digo hace, ese impersonal que hace o hace que los hace, porque los llevo yo, y como un traje pequeño se me quedan, pequeño y pesado traje con un insoportable cuello estrecho que no tengo más remedio que romper, al menos el cuello tengo que romperlo; no lo hice antes confiada en que sería pasajera la incomodidad, pero no ha sido así, y voy a desahogarme. No me voy a cagar en ti Elias Canetti, porque voy a hacer algo más voluntario, escupirte, ... te escupo, ztschfff, ztschfff, por tu lengua absuelta, ztschfff, ztschfff por Veza,... ztschfff, ztschfff, por Kafka; ahora respiro mejor, pero hay todavía piel que llevo cubierta, y la piel necesita aire para no enmohecerse. Es un traje pesado, reciente, espero que no me salga la piel a tiras cuando me lo arranque, pero si así fuera, la piel, la profunda y sabia piel, sabrá cómo regenerarse. Me ruborizo, creo que es una buena señal.

Diarios con fecha uno de septiembre 2011